¿Se puede hablar del amor, hoy en día, sin caer en subjetivismos caprichosos? ¿Sin perderse en gustos, opiniones, y banalidades? Es decir, ¿Se puede hablar desde una filosofía materialista (no subjetivista, ni Idealista, ni espiritualista) del amor? Intentémoslo. La referencia obligada (¿y definitiva?) es Spinoza. El amor es la alegría acompañada de la idea de una causa exterior ( laetitia, concomitante idea causae externae , E3, 13 sc.). La alegría no es algo opinable, caprichoso, sino que es un evento ontológico: alegrarse es aumentar la propia potencia, es auto potenciarse. Alegrarse implica un crecimiento ontológico, un arraigo (siquiera transitorio) del ser. La esencia de todas las cosas es el conatus , es decir, el deseo, o esfuerzo, por mantenerse en la existencia y aumentar la propia potencia. En el hombre, esta ley inexorable de toda cosa, de todo ente (de todo modo, mejor) se concreta en deseo consciente. El hombre, sería, por tanto, una cosa que desea, que se esfuerza por ar...