El hombre, en el estado de salvajismo, necesitaba, para sobrevivir, saber dónde cazar, o dónde estaba el río. Y con eso le bastaba. No necesitaba más en su vida. Pero conforme las sociedades se han hecho más complejas, los hombres han ido necesitando un mapa del mundo. Conforme se van haciendo utensilios, herramientas, van apareciendo una serie de instituciones, vinculadas a la agricultura y la ganadería. Del nomadismo se pasa al sedentarismo. Este cambio supone asentarse en un territorio y entonces se da la posibilidad de fundar sociedades políticas. Con los excedentes de producción comienza también, según las clásicas tesis marxistas, el comercio y la Historia. La ciudad se hace posible con la escritura (leyes, administración, comercio), y al haber una multiplicidad de ciudades, comienzan las fricciones y los problemas entre ellas. El contacto de las sociedades, cada una con sus mitos y ritos, hace que salte la polémica, la crítica. Y entonces ya hace falta un mapa del mundo. Y ese e...