La racionalidad no es una sustancia, ni es algo inherente a una civilización, por eso el choque de civilizaciones es metafísico y no digamos la alianza de las mismas. La cuestión de fondo es que la racionalidad humana está ligada a su operatoriedad (los animales son raciomorfos, tienen cierta racionalidad, en algunos campos superior a la de los hombres). La operatoriedad humana se concreta en instituciones antropológicas, que tienen un funcionalismo práctico y en ellas se condensa la racionalidad. Estas instituciones antropológicas no son eternas ni estáticas, sino procesuales, morfodinámicas, y en permanente conflicto unas con otras. Es a este nivel institucional donde hay conflicto entre diversas culturas, pero nunca a nivel total de "culturas", porque tales, como esferas cerradas, no existen; pensar lo contrario es tragarse el Mito de la Cultura, algo en que se apoyan los nacionalismos étnicos que desde Fichte (o Herder) en el mundo han sido.
Las técnicas, las ciencias o la filosofía son complejos de instituciones, por tanto complejos de racionalidad morfodinámica; hay racionalidad en la demostración del teorema de Pitágoras, pero también en la construcción de una mesa o tras la bomba atómica.
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