Dos Estados pueden ser aliados (y ninguna alianza es eterna); pueden no tener una relación mutua (hoy difícil en un mundo interconectado); pueden ser rivales o, por último, dos Estados pueden estar ambos bajo la influencia de un tercero (un imperio). Pero, en general, la relación entre Estados, como decía Spinoza, es la propia de un "estado de naturaleza" y son "enemigos por naturaleza".
Con esta guerra de Ucrania vemos que Spinoza, una vez más, tenía razón. Resultan absurdas las apelaciones al "derecho internacional". Si no hay fuerza de obligar no hay "derecho".
<<Todo esto se puede comprender con más claridad, si consideramos que dos sociedades son enemigas por naturaleza (duae Civitates natura hostes sunt). Efectivamente, los hombres… en el estado natural son enemigos; y, por lo mismo, quienes mantienen el derecho natural fuera de la sociedad, son enemigos. Por tanto, si una sociedad quiere hacer la guerra a la otra y emplear los medios más drásticos para someterla a su dominio, tiene derecho a intentarlo, ya que, para hacer la guerra, le basta tener la voluntad de hacerla. Sobre la paz, en cambio, nada puede decidir sin el asentimiento de la voluntad de la otra sociedad. De donde se sigue que el derecho de guerra (Jura belli) es propio de cada una de las sociedades, mientras que el derecho de paz (Jura pacis) no es propio de una sola sociedad, sino de dos, al menos, que, precisamente por eso se llaman aliadas>> (TP, III, §13).
Comentarios
Publicar un comentario