Ir al contenido principal

¿Existen verdades morales?

¿Existe la verdad moral?

Vivimos tiempos de relativismos, doctrinas de relatos fragmentarios donde se predica que no existe ningún tipo de verdad. Algo curioso, porque cabría preguntar si decir "no existe ninguna verdad" pretende ser, a su vez, una verdad.

Hay, quienes, por otra parte, afirman que existe la verdad sólo en algunas parcelas de la realidad, por ejemplo, en las ciencias. Y que en lo moral, en lo cultural, en "lo humano", no hay verdades, sino sensaciones, sentimientos o valores preferidos. Que todo lo humano dependería del cristal con el que se mira. Así, el reverso político de estas doctrinas se acloparía como el guante a la mano al liberalismo o a cierto individualismo o, tal vez, a un comunitarismo provisional y caprichoso. 

¿Es, entonces, bueno o malo, participar en orgías, probar drogas o, acaso, el canibalismo? Esas preguntas no tendrían repuesta, no al menos contundente. ¿Ayudar, servir al prójimo es algo intrínsecamente bueno? Estas preguntas tampoco la tendrían.

¿Se puede salir de este círculo relativista, de estos callejones sin salida? Hace falta una doctrina del bien y del mal. Unas definiciones y unos principios. 

Una pregunta universal, ética, ha de buscar algo que compartan todos los seres humanos. No nos podremos poner de acuerdo en si existe o no el espíritu, pero nadie puede negar en serio que todos los humanos tienen un cuerpo. La verdad ética, universal, tiene que ir orientada, entonces, a fortalecer ese cuerpo, a potenciarlo. De este modo, ya no habrá posibilidad de defender éticamente la mutilación, el suicidio o el maltrato a un tercero.

Pero vayamos más allá. ¿Hay alguna manera de vivir bien? Esta sería la reflexión o doctrina de la Felicidad. Aquí hay muchas teorías contrapuestas, y sería un mito hablar de una sola teoría de la Felicidad; habría tantas como corrientes filosóficas.

A día de hoy, la doctrina de la Felicidad de moda tendría que ver precisamente con el relativismo y la felicidad canalla: versiones más o menos edulcoradas del sexo, drogas y rock N roll.

Ahora bien, aquí también cabría apostar por una verdad, por la virtud, que es el eje fundamental de las filosofías clásicas, desde Sócrates, Platón, Aristóteles, Séneca... Algo que han perdido, parece, las filosofías modernas y posmodernas.

La proposición "el odio nunca puede ser bueno" la presenta Spinoza en su Ética como una verdad demostrable. Y es aquí cuando volvemos a la potencia del cuerpo. Odiar es una forma de tristeza, de desarraigo, de de-potenciación. La tristeza es una anticipación de la muerte, de la nada. Por contra, el amor es alegría, arraigo, acercamiento a Dios. Así presentaría Spinoza estos dos polos éticos. Ahora bien, las alegrías, por ejemplo, los placeres, tienen exceso. Y allí ha de mediar la atención y la razón. Y habría alegrías sin exceso, que solo producen alegría, como la firmeza de carácter, o la generosidad con el prójimo. Podría ser el "ama, y haz lo que quieras" de San Agustín. La práctica libre y gratuita de la caridad sería, según esto, una verdad ética, es decir, universal. Aplicable en cualquier tiempo y lugar. Y rompería los relativismos morales de nuestros días.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Brevísimo diccionario: Patria. Nación. Estado. Patria.

Nación, Patria, País, Estado. Hay una confusión con estos términos que impide entender nada. La principal labor de la Filosofía es distinguir, aclarar. No confundir o engañar. La Patria es tierra, territorio, suelo. La tierra donde están enterrados padres y abuelos. La Nación siempre refiere a las gentes. En latín, "natio" es "nacimiento"; por eso se habla de "nación de los dientes" o "nación de la oveja". También se habla de nación en sentido étnico (los gitanos hoy en España es la única nación étnica pura), o nación en sentido histórico (los españoles, en el Quijote), y por último, tras la Revolución francesa, se habla de nación política (vinculada ya con el Estado). El Estado a menudo se confunde con el poder. Pero no; es el territorio, con fronteras y con leyes, dentro del cual existe el poder (estructuras de mando y obediencia) y pueden desarrollarse las economías (la economía siempre es economía política, depende de regulaciones o i...

Dos breves apuntes para el 8M

Dos precisiones sobre el 8M. 1) Las mujeres no forman una clase atributiva, sino una clase distributiva (biológica). Por eso hay hombres esclavos y explotados, y mujeres ricas y explotadoras. Corolario: por sí misma la condición sexual no dice nada de la condición social. 2) los sistemas patriarcales o androcéntricos no son fruto del prejuicio ni de la irracionalidad machista, sino de razones materiales, efectivas y reales: cuidado de la prole, embarazos; fuerza muscular del hombre para ciertas funciones, etc. Una vez superadas ciertas condiciones técnicas y económicas pueden ser transformados esos sistemas androcéntricos, como ha pasado y está pasando en países como España, Francia o USA (pero no en Irán o Arabia Saudí).

Sobre el HEROÍSMO

Sobre el HEROÍSMO.  No es un héroe el que ha leído mil libros cómodamente en el sofá, ni el cultureta cinéfilo, ni tampoco el que ha viajado a Tailandia y medio mundo. Ni siquiera el poderoso, ni el que ha conseguido amasar una fortuna. Es un héroe el que siempre dice la verdad. El que nunca se queja y en su lugar vive agradecido. Aguanta los impulsos de la carne y se abstiene de ellos cuando quiere y sin sufrimiento. El que vive sin miedos. El que no entra en cólera, sino que perdona con dulzura y paciencia. El que ayuda sin esperar premios.