Ir al contenido principal

Spinoza, la Racionalidad y la Felicidad

En los esquemas doxográficos de la Historia de la Filosofía, es habitual encontrarse con eso de que Spinoza es la cumbre del racionalismo, o del dogmatismo racional. Que es una especie de frío estoico, que desprecia las pasiones y las alegrías. Que solo la Razón y la Unidad de la Sustancia nos salvarían. Pero como todo esquema doxográfico solo sirve para no profundizar en los autores y quedarse en una apariencia de dominio de la Historia de la Filosofía, que seguiría un curso más o menos lineal. 

La realidad es que Spinoza entiende la esencia de toda cosa como persistencia en el ser, en el existir (E3,6). Una piedra tiene cierta unidad (siempre compleja, nunca simple), y esa unidad interna es su resistencia, su conatus. Y como toda cosa siempre habrá algo en la Naturaleza que la destruya (E4, ax.). Los seres vivos (también individuos compuestos) tienen un esencia en la perseverancia, en su empeño por existir. En el caso del hombre, ese deseo se especifica, se diferencia del resto de las cosas porque es un deseo consciente (E3,9). Ese deseo consiente en el que consiste la esencia del hombre no es un deseo libre, sino necesario según ciertas causas. Es más, la libertad humana pasará por entender esos procesos causales, es decir, entender los afectos propios y sus circunstancias. 

La esencia del ser humano, no es, por tanto, racionalidad abstracta ni pura. Sino que es primordialmente deseo, apetito. La esencia del hombre es buscar aquello que le potencia, que le hace arraigar en la vida (laetitia) y alejar de sí aquello que le desarraiga (tristitia). Pero sin moderación ni atención hacen del ser humano ser esclavo de sus pasiones, y la alegría desmesurada trae siempre tristeza e impotencia.

Spinoza, en efecto, reivindica las pasiones alegres, véase E4,45, SC. Pero en las pasiones alegres, insistamos, hay que poner moderación y atención. En ese escolio habla de desechar la melancolía y la tristeza. De la broma y la risa, que es pura alegría, donde también debe haber moderación. Después habla del disfrute de los sentidos (vista, gusto, oído, tacto, olfato), de disfrutar de la comida y bebida, pero sin hartazgo. Y también del Teatro o de la Música.

 En tanto en cuanto haya moderación y atención hay cierta dosis de racionalidad. Además, el estudio de los afectos propios (algo muy distinto de la subjetividad de estirpe luterana), lleva a un mejor conocimiento de sí, a una mayor estabilidad y libertad.

La vida feliz (via salutis) para Spinoza, consistirá, entonces, en saber potenciarse con afectos alegres propios del cuerpo. Y en anclar y estabilizar esos afectos en la razón. Pero además hay un campo de la eternidad (sub specie aeternitatis) propia de la Razón, donde podemos situar algunos versos de Virgilio o los Elementos de Euclides, que nos hacen experimentar, de algún modo, que nosotros también somos eternos. Y sin olvidar nunca que la Serenidad viene de la certeza de saber que "todo se produce por el indomable decreto del ser perfectísimo".

Comentarios

Entradas populares de este blog

Brevísimo diccionario: Patria. Nación. Estado. Patria.

Nación, Patria, País, Estado. Hay una confusión con estos términos que impide entender nada. La principal labor de la Filosofía es distinguir, aclarar. No confundir o engañar. La Patria es tierra, territorio, suelo. La tierra donde están enterrados padres y abuelos. La Nación siempre refiere a las gentes. En latín, "natio" es "nacimiento"; por eso se habla de "nación de los dientes" o "nación de la oveja". También se habla de nación en sentido étnico (los gitanos hoy en España es la única nación étnica pura), o nación en sentido histórico (los españoles, en el Quijote), y por último, tras la Revolución francesa, se habla de nación política (vinculada ya con el Estado). El Estado a menudo se confunde con el poder. Pero no; es el territorio, con fronteras y con leyes, dentro del cual existe el poder (estructuras de mando y obediencia) y pueden desarrollarse las economías (la economía siempre es economía política, depende de regulaciones o i...

Dos breves apuntes para el 8M

Dos precisiones sobre el 8M. 1) Las mujeres no forman una clase atributiva, sino una clase distributiva (biológica). Por eso hay hombres esclavos y explotados, y mujeres ricas y explotadoras. Corolario: por sí misma la condición sexual no dice nada de la condición social. 2) los sistemas patriarcales o androcéntricos no son fruto del prejuicio ni de la irracionalidad machista, sino de razones materiales, efectivas y reales: cuidado de la prole, embarazos; fuerza muscular del hombre para ciertas funciones, etc. Una vez superadas ciertas condiciones técnicas y económicas pueden ser transformados esos sistemas androcéntricos, como ha pasado y está pasando en países como España, Francia o USA (pero no en Irán o Arabia Saudí).

Sobre el HEROÍSMO

Sobre el HEROÍSMO.  No es un héroe el que ha leído mil libros cómodamente en el sofá, ni el cultureta cinéfilo, ni tampoco el que ha viajado a Tailandia y medio mundo. Ni siquiera el poderoso, ni el que ha conseguido amasar una fortuna. Es un héroe el que siempre dice la verdad. El que nunca se queja y en su lugar vive agradecido. Aguanta los impulsos de la carne y se abstiene de ellos cuando quiere y sin sufrimiento. El que vive sin miedos. El que no entra en cólera, sino que perdona con dulzura y paciencia. El que ayuda sin esperar premios.