Foucault trabajó siempre los procesos de subjetividad. Para él, todos los procesos histórico políticos habían sido una fuente de la conformación de subjetividades. Pero para él las configuraciones políticas históricas habrían sido accidentales, gratuitas, fruto de esquemas de dominación caprichosos. No advierte la necesidad de estos procesos. Por eso no se molesta en buscar una sistematicidad en los planteamientos políticos ni en construir una Teoría del Estado.
Asimismo, las configuraciones morales católicas, asentadas en la familia tradicional, jerárquica y en otros cuerpos de apoyo mutuo, no serían más que otros esquemas de dominación conformadores de subjetividades.
¿Solución? Foucault no parece ver otra salida que liberarse de toda atadura moral y política. Confiar todo a la aleatoriedad del instante. Poner las esperanzas en que el mercado libre sea capaz de fabricar "buenas drogas".
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