Sabido es que Spinoza reconoce en Dios (sive Natura sive Substantia) una pluralidad infinita de atributos, de los cuales el hombre solo conoce (y puede conocer) dos, la Extensión y el Pensamiento. Pero Vidal Peña, en su comentario de su edición (E II, proposición 7), dice que se podrían distinguir en Spinoza los tres géneros de materialidad de Bueno en el propio Spinoza. M1 se coordinaría con la Extensión, M3 con el pensamiento, y M2 con el axioma de la parte II "homo cogitat". Estas consideraciones bastarían para no asimilar los tres géneros de Bueno con los dos atributos de Spinoza.
Es más, con la Epístola 2 se entiende esto mejor. Spinoza entiende que los atributos no pueden sino pensarse como existentes, son eternos y necesarios. No pasa eso con los géneros de materialidad, y donde más claramente sucede es con el género M2, que depende del sustrato biológico y somático de un cuerpo vivo que "piense". Dicho de otra manera, el hombre piensa, ama, sufre, se alegra, "cogita", pero el hombre, este o aquel, no son necesarios, la Substancia puede pensarse como existente sin hombres. El paso del hombre por la Substancia es temporal, fugaz. Pero no pasa lo mismo con la Extensión y el Pensamiento, que no pueden ser ajenos a la Substancia, arrancados, desprendidos de ella. Por eso Spinoza no reconoce algo así como tres atributos coordinables con los tres géneros del Materialismo de Bueno. Son sistemas filosóficos distintos.
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