Las sociedades antropológicas se terminaron decantando, casi sin excepciones, en los siglos que componen la Historia, por la familia monógama y heterosexual. Las sociedades democráticas de mercado pletórico tienden a romper esta célula antropológica (para bien o para mal, no hace falta entrar en la cuestión axiológica).
Por otra parte, muchos confunden patria con nación. Ambos conceptos tienen puntos de intersección, pero son distintos. La patria es la tierra de los padres, de los antepasados, y tiene unas tradiciones. La nación, en cambio, puede aludir a grupos étnicos o naciones canónicas políticas surgidas en la Modernidad. La patria no implica ideología, mas las naciones implican "relatos de legitimidad". Sin estas distinciones no salimos de la sopa conceptual de muchos "intelectuales".
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